Una pareja entrañable que llegaron sin previo aviso. Quisieron celebrar su boda a los pocos minutos de ver La Florida. Aun no habíamos celebrado más de dos fiestas privadas pero ellos lo vieron claro.

Llegaron los invitados y esperaron a la pareja en la balsa, donde un saxo esperaba para sorprender a todos los invitados.

Escogieron la zona de la buganvilia con la piedrecita roja para relajarse en el aperitivo, pero los detalles no dejaron de sorprender.

Pasaron a la sala montada para 97 personas en mesas redondas; vestidas con mantelería blanca y combinada con rosa palo. Creando un ambiente de ensueño tal y como había soñado la pareja.

Dejaron la mesa de los niños en el patio adjunto a la sala. Dejando una persona de vigilancia para que los padres pudiesen disfrutar de cada detalle preparado.

Banquete servido por @mooncatering